LUIS CORNEJO: CRÓNICA DE UN ESCRITOR AL MARGEN
La Plaza de Armas de Santiago de los años ochenta contaba con un personaje que muchos aún podrán recordarán, sin duda con cariño y algo de melancolía: la figura de un señor delgado, calvo, narigón y de sonrisa en los ojos, vendiendo libros de su propia autoría por allí cerca de donde se encuentra la estatua del cardenal Raúl Silva Henríquez vigilando altivo y sereno la plaza del kilómetro cero de Chile. El señor aquel era Luis Cornejo, probablemente uno de los escasos escritores-juglares-pregones de la historia urbana santiaguina, además de uno de los sujetos más queridos del centro capitalino en su momento. A pesar de esto, su obra ha ido siendo rescatada y valorada en forma póstuma, más bien, creándose un culto entre los consumidores de relatos sociales.